Martes feo
Mi vida no es tuya... quise vivir por vos para enseñarte algo, pero no sirvió de nada porque viste en mí un problema y un obstáculo... Si es así, mejor que no pueda verte.
Mi angustia no vale tu ignorancia ni mis lágrimas tus manos, pero ya mis ojos caen a un vacío de estridencias y nimiedades, porque vos? Cuestionamientos tan vagos merecen ser llamados humanos y también antihumanos, porque sigo pensando que la enfermedad nos justifica siempre...
Que tu enfermedad
temor al vértigo es uno de los espectáculos mas tristes y patéticos que prescencié...
Por todo lo que odié y me decepcioné, por todo lo que me enervó y lo que me calmó de vos lloro y estallo; sabiendo que tu humanidad me deshace...
A pesar del peso de tu talento, esa miediocridad aliviana todo lo que queda de tu cuerpo que no sentís, y que al seguirla te cega con una falsa luz nacida de la necedad mas densa.
MIEDO
Nacido del turbio infinito, inestable y perturbado,
te abarca enteramente quebrando tu piel,
ese hielo que perenne te cubre aguardando a ese engendro.
Tristes las riaturas que al nacer de tus albas manos
se esconden de esa pequeña bestia... tan mesurada y miserable
como la mediocridad que te inculca...
Y tan bastardo de los libres que es su propio bufón
siendo así rey de su ignorancia.
La histeria rige sus preceptos de hipocresía,
y es el temor ante el Ser Luz
que lo convoca a su altar de esa santidad,
Dios el ideal y Jesús como ejemplo... el MIEDO.
No te extraño porque si... tu ignorancia me atrapa.
Las líneas de mis dibujos se distorsionan por lo absurdo de estar tan triste.
Mi angustia no vale tu ignorancia ni mis lágrimas tus manos, pero ya mis ojos caen a un vacío de estridencias y nimiedades, porque vos? Cuestionamientos tan vagos merecen ser llamados humanos y también antihumanos, porque sigo pensando que la enfermedad nos justifica siempre...
Que tu enfermedad
temor al vértigo es uno de los espectáculos mas tristes y patéticos que prescencié...
Por todo lo que odié y me decepcioné, por todo lo que me enervó y lo que me calmó de vos lloro y estallo; sabiendo que tu humanidad me deshace...
A pesar del peso de tu talento, esa miediocridad aliviana todo lo que queda de tu cuerpo que no sentís, y que al seguirla te cega con una falsa luz nacida de la necedad mas densa.
MIEDO
Nacido del turbio infinito, inestable y perturbado,
te abarca enteramente quebrando tu piel,
ese hielo que perenne te cubre aguardando a ese engendro.
Tristes las riaturas que al nacer de tus albas manos
se esconden de esa pequeña bestia... tan mesurada y miserable
como la mediocridad que te inculca...
Y tan bastardo de los libres que es su propio bufón
siendo así rey de su ignorancia.
La histeria rige sus preceptos de hipocresía,
y es el temor ante el Ser Luz
que lo convoca a su altar de esa santidad,
Dios el ideal y Jesús como ejemplo... el MIEDO.
No te extraño porque si... tu ignorancia me atrapa.
Las líneas de mis dibujos se distorsionan por lo absurdo de estar tan triste.
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